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Desde pequeños, los hijos adoptan muchos de los comportamientos que observan en sus padres o demás modelos que encuentran a su alrededor. El refrán: “A donde fueres haz lo que vieres” aplica perfectamente en el caso crear hábitos alimenticios en mis hijos.
Así que, para poder inculcarles un estilo de vida saludable, como padres debemos primero asegurarnos de crear un entorno familiar de sana alimentación.
Dándoles un buen ejemplo…
A veces simplemente basta con organizarnos un poco como padres y ponernos nosotros mismos juiciosos a crear buenos hábitos de alimentación. Es decir, debemos ser coherentes con lo que le queremos enseñar a nuestros hijos y aplicarlo a nuestras propias vidas.
De poco servirán los esfuerzos o enseñanzas que les demos o que estos reciban en el colegio si, por ejemplo, al sentarnos a la mesa el hermano mayor, el padre o el abuelo se sirven enormes porciones de papas fritas con gaseosas.
Podríamos decir que los hijos, en sus primeros años de vida, son como una especie de esponja. Absorben todo lo que ven, sienten y escuchan a su alrededor. Es una manera natural de percibir y aprender del mundo que les rodea. Así que si tu intención es formarles desde pequeños para que adopten sanas costumbres con los alimentos, sobra decir que el entorno a su alrededor debería reforzarles esto, lo cual es a veces complicado debido a los diversos factores y personas que intervienen en la crianza de tu hijo.
No se trata de volvernos unos padres paranoicos y de encerrar a nuestro pequeño para que no sea influenciado por el mundo externo. Como ya lo hemos venido diciendo, la buena comunicación con ellos es indispensable, así que explicarles constantemente (con paciencia y buenos ejemplos) la importancia de una sana alimentación es algo que no se debe hacer solo una vez, en ocasiones incluso puede tomarnos años para que el mensaje sea finalmente entendido y puesto en práctica por ellos.
Así que, aparte de crear un entorno coherente y sano para tu hijo desde el hogar, puedes también reforzar sus sanas actitudes alimenticias con otros incentivos para reforzar aún más el mensaje que intentas darle.
En resumen:
*Sé coherente con tu mensaje. Aplica estos hábitos en toda la familia.
*Tómate el tiempo para conversar con tu hijo respecto a este tema. Escúchalo, resuelve sus dudas y dale ejemplos de los pros y los contras en este tema.
*Asegúrate de que los demás familiares y otras esferas como el colegio te ayuden reforzando este tema.
*Enséñale desde pequeño a cocinar o al menos a comprender los diversos grupos de alimentos. De esta manera obtendrá más afinidad con el tema y podrá comprenderlo mejor.
*El deporte ayuda montones con el tema de la sana alimentación de tu hijo. Esto no solamente le brindará la disciplina necesaria para muchas de sus actividades en la vida sino que también funciona para disminuir la ansiedad de comer en exceso.
*Recuerda, ni todas las ensaladas son buenas y no todos los dulces son malos. Busca el equilibrio.
Crear en nuestros hijos hábitos saludables de alimentación puede ser un proceso de tiempo y paciencia pero su futuro y sano desarrollo será el mejor agradecimiento que podamos tener.
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