Sigue estos tips si eres separado y quieres tiempo de calidad con tus hijos

Cada vez es más normal que las familias se separen por variedad de razones. Cuando ya no son compatibles las ideas puede ser más sano separarse que seguir exponiéndose a las discusiones sin final y más aún cuando hay niños de por medio. En este artículo te daremos algunos consejos útiles sobre cómo aprovechar mejor el tiempo cuando estás con tus hijos después de que no vives con ellos.

El tiempo con los niños después de una separación es reducido y por esto es tan importante garantizarles que los momentos juntos solo serán para ustedes. Evita que distracciones como el celular, la televisión o el trabajo, disminuyan la calidad del tiempo que pasas con ellos. Siempre habrá un espacio indicado para cada situación.

Es importante que planees
cada una de las actividades

Muchas veces solo tienes dos, o a la máxima tres días, para disfrutar con tus pequeños. Entonces, que no te asuste planear, con lápiz y papel, cada una de las actividades que pueden tener en este tiempo. Incluso, puedes crear un espacio diferente de planeación junto a ellos, en los que hagan algo como un cronograma mensual. Usa para esto papeles de colores, marcadores, lápices o stickers ¡seguro será un momento muy divertido!

Pero no todo es juego, salidas a comer o ir al cine, hay un momento importantísimo junto a tus hijos y es en el que hablan de temas trascendentales que los inquietan los cuestionan, les duelen, o los alegran. Ten conversaciones en las que les preguntes cómo se están sintiendo en la escuela, con sus amigos e incluso en la relación con tu expareja; pero cuidado, este tema debe abordarse con mucho tacto y respeto.

Mantén siempre una relación
sana con tu expareja

Antes de comenzar el fin de semana con tus hijos, habla con tu “ex” para que te cuente qué ha pasado en el tiempo que ustedes no han estado juntos; así sabrás con mayor certeza sobre qué pueden hablar y ellos sentirán que estás al tanto de sus vidas.

Esta es una de las razones por las que es importantísimo que ambos padres tengan una relación sana, y eviten comentarios negativos hacia el otro. Es más, resalta siempre los elementos positivos de tu expareja, así los chicos crecerán con un referente de familia saludable y cariñoso.

Recuerda siempre que el mejor regalo para
tus hijos nunca es material

No caigas en el error de comprarle un regalo cada vez que te visita, no debes limitar la relación a gastos o recompensas económicas. Resulta de mayor importancia el juego entre los dos y la compañía en cosas que para ellos son fundamentales; ve con ellos a la cancha, a la clase de pintura o de danza. Estos son los momentos ideales para conocer, y por su puesto halagar, sus destrezas artísticas  y deportivas. Esto no solo fortalecerá profundamente tu relación con ellos, sino también su autoestima y sus habilidades.

Por otro lado, hay una labor que no puedes olvidar y es el momento de la tarea. Además de repartir la responsabilidad de formación entre ambos padres, acompañar a los pequeños en sus quehaceres académicos hará que tus hijos vean en ti un referente de ayuda constante, y una fuente de confianza y admiración.

Otro aprendizaje importante es hacerlos partícipes de las actividades de cuidado del hogar (no solo de aseo sino el cuidado de las plantas, las mascotas, la decoración del lugar), así los niños sentirán tu casa como suya, desarrollarán un sentido de pertenencia y sentirán tranquilidad estando allí.

No esperes al fin de semana
¡aprovecha la tecnología!

No hay que esperar una o dos semanas para hablar con tus pequeños. Haz uso de las videollamadas, los chats y el teléfono para tener un acercamiento constante con tus hijos. Comunícate con ellos o con tu expareja para saber qué tal estuvo el día, para ofrecer tu ayuda con las tareas o para estar presente de algún modo cuando hay que tomar acciones correctivas.

Recuerda que el valor de la vida está en las elecciones que realizamos, si decidimos no continuar con una relación matrimonial no pasa nada del otro mundo; siempre existirán opciones para que nuestros hijos puedan disfrutar lo mejor de cada uno de sus padres. El tiempo que compartimos, aunque sea corto puede ser de gran provecho.