5 buenas razones para disfrutar del chocolate.
El chocolate es uno de los alimentos que por mucho tiempo ha estado entre mitos…
Leer másEl juego es la forma en la que los niños retratan la realidad de lo que viven. En nuestra infancia todas jugamos a ser la profesora, la mamá, la tía y hasta la niñera. Lo que muchas veces no tenemos en cuenta las mamás es que estos juegos nos ayudan a identificar situaciones de alerta en nuestros hijos como abusos, maltratos o comportamientos indebidos.
Cuando los pequeños juegan a la escuelita, podemos llegar a identificar cómo es la relación de poder que hay entre los maestros, los compañeros y nuestros hijos. Si vemos que personifican a un maestro abusador, que amenaza y que los maltrata, esto puede evidenciar 2 cosas:
En caso de que esto suceda es importante que hables con él sobre las fronteras del poder y del maltrato. Que aclaren juntos hasta dónde va el deber y hasta qué punto los derechos.
El juego de “la chucha” es un juego colombiano en el que un niño debe correr tras los otros hasta alcanzarlos. En el momento en el que el niño alcanza a tocar al otro, este debe tomar su lugar. En el caso de la chucha televisor, hay un seguro que es agacharse y nombrar un programa de televisión. De ese modo, no puedes ser tocado por “la chucha” y estás seguro.
Puedes aprovechar esta actividad para identificar por ejemplo los programas de televisión que está viendo o los contenidos de Internet que consume. En este caso podrías ser tú quien ponga las reglas. Detectar a tiempo que tu hijo está viendo contenido violento, o que atente contra otros, puede ayudarte a identificar las conversaciones que deberás tener con él sobre conductas violentas, abusivas e incluso abusivas como la muy viral “Ballena azul”.
Este también es un juego de grupo cuyo objetivo es descubrir un personaje que eliges al azar. Como debes descubrir que personaje eres, no puedes mirarlo; simplemente debes ponértelo en la frente para que todos tus compañeros de juego lo puedan ver y ayudarte a adivinar, a través de las preguntas que les hagas, quién eres.
Puedes aprovechar para tomar personajes conocidos como sus tíos, primos, papás, profesores o amigos y detectar en las preguntas abusos, burlas, características que puedan ser una alarma de que tu hijo sea víctima o victimario de abuso.
Tomémonos siempre el tiempo para jugar y hablar con nuestros hijos. Una relación sana nos permitirá tener conocimiento del día a día y les dará a ellos la confianza para expresar libremente cualquier inquietud, duda o molestia que tengan.
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